Las familias de los colegios que dejarán de usar el valenciano en las asignaturas troncales: "Fin a la imposición y frustración"

Varios niños entrando en un colegio de Cataluña, en una imagen de archivo.
Varios niños entrando a un colegio en una foto de archivo.
Europa Press
Varios niños entrando en un colegio de Cataluña, en una imagen de archivo.

"Veíamos que, manteniendo el valenciano en asignaturas troncales se perjudica a los críos y, ni aprenden la materia, ni aprenden la lengua", explica al otro lado del teléfono Sonia Terrero a 20minutos con alegría y alivio. Terrero es madre de un alumno de uno de los colegios de Torrevieja donde han decidido cambiar la lengua base del valenciano al castellano para el próximo curso y, además, es presidenta de la Confederación Valenciana de APAs/AMPAs (COVAPA). La valenciana no duda al preferir que sus hijos aprendan el valenciano por un lado y las materias troncales en "la lengua oficial del Estado" por otro. El poder de elección le sabe a victoria porque por fin podrán "evitar líos de vocabulario y dificultades de comunicación entre profesores y los alumnos".

Hasta 107 centros escolares, tanto colegios como institutos, de la Comunidad Valenciana han decidido cambiar su lengua base del valenciano al castellano el próximo curso acogiéndose a la nueva Ley de Libertad Lingüística Educativa de Carlos Mazón. La legislación acaba con la Ley de Plurilingüismo puesta en vigor en 2018 por Ximo Puig junto con Compromís que obligaba a vehicular un tiempo mínimo del 25% de la enseñanza en valenciano. Tras su entrada en vigor, las familias son las encargadas de decidir si se imparten asignaturas troncales en la lengua cooficial, elección que hasta ahora tomaban los consejos escolares.

Un 41% de escuelas valencianas ya han decidido renunciar a la presencia del valenciano en las asignaturas troncales de los colegios. La mayoría en Alicante, la provincia con menos presencia de la lengua cooficial de la Comunitat. Las críticas a la normativa no han tardado en llegar y, mientras algunos se muestran preocupados por "el golpe" para la preservación que podría significa dejar de impartir la lengua con tanta intensidad, otros, como Terrero, celebran el "fin de la imposición y de la frustración que suponen los obstáculos para el aprendizaje".

"Líos" de vocabulario y "dificultades" de comunicación

Terrero cuenta que los 107 centros, entre los que se encuentra el colegio de Torrevieja al que asiste su hijo, han decidido acogerse "gustosamente" a la ley de acompañamiento previa a la definitiva para que las familias cuenten ya con el derecho de elegir la lengua básica en la que estudien las troncales. Por eso, Terrero prefiere que sus hijos aprendan el valenciano por un lado y las materias en la lengua oficial del Estado para evitar los "líos" de vocabulario y que incluso de dificulte la comunicación entre los propios profesores y los alumnos.

Sonia Terrero, presidenta de COVAPA.
Sonia Terrero, presidenta de COVAPA.
Cedida

De estos "líos de vocabulario" habla en primera persona Jaume Sanz, alumno de 4º de la ESO de un instituto de Gandía, que ha dado las asignaturas troncales en valenciano durante toda su etapa educativa obligatoria, que ha acabado este junio. Al ser preguntado por si le habría gustado poder elegir la lengua de materias como Historia de España, Geografía o Física y Química responde que "en algunos momento sí y en otros no". Tener que traducir términos específicos le ha desconcertado o dificultado el estudio, por eso entiende que algunas familias quieran facilitarse el trabajo, pero cree que, gracias a este esfuerzo, ahora tiene más capacidad de expresarse en valenciano que si solo hubiese estudiado la gramática y ortografía. "Es como inglés o cualquier otra lengua, aunque estudies la teoría tienes que hablarlo, utilizarlo y adaptarlo a distintas situaciones porque si no, no sabes realmente valenciano".

Por eso ambos empatizan con la preocupación sobre que esta medida suponga una "pérdida" del valenciano a largo plazo, críticas que, en concreto, han expresado asociaciones y grupos nacionalistas como Compromís. Sin embargo, Terrero se muestra tajante sobre que la lengua que estaba "marginada y arrinconada" hasta este momento era el castellano porque no se estaba aprendiendo bien aun siendo la lengua oficial del Estado. Aun así, la presidenta de COVAPA asegura que las AMPAS que han luchado a favor de esta normativa no están en contra del valenciano y anima a las familias a no pedir la exención. Además, resalta que hay otras formas de promocionarla, como priorizar la enseñanza sobre su importancia, porque está segura de que "la imposición jamás será una solución a nada".

"El problema no es elegir, es por qué se elige renunciar"

Miriam, graduada en Filología Hispánica y Valenciana y actual profesora de castellano y valenciano de un instituto un pueblo de Castellón, la provincia de la Comunitat donde actualmente existen más zonas valencianoparlantes, coincide en que "a la vista está" que la imposición no es la solución.  La docente sostiene que el problema no es que se deje elegir a las familias, si no los motivos por los que, cuando se les permite elegir, los padres deciden que no es necesario que sus hijos empleen ese tiempo y esfuerzo para aprender la lengua cooficial. "Actualmente se tiene la visión de que el valenciano es una molestia o una carga cuando se debería valorar como algo que proteger y de lo que sentirse orgulloso". 

"Esto es lo que ocurre cuando se politiza la cultura y, en este caso, una lengua cooficial. Las familias renuncian al valenciano por prejuicios, por pereza y por la ignorancia de desconocer la importancia y las ventajas que tiene para nosotros como autonomía, pero también el regalo individual que supone nacer bilingüe para aprender terceros y cuartos idiomas. Me da mucha pena porque no es su culpa, es la muestra de que se llevan haciendo las cosas mal con  el valenciano desde hace mucho tiempo", explica.

Más allá de como profesora, la castellonense se muestra preocupada "como lingüista y como valenciana" por el futuro de su lengua madre: "Para quienes amamos las lenguas o el valenciano es el idioma en el que pensamos, hablamos y soñamos; esto es igual de traumático que la declaración de una nueva especie en peligro de extinción para los biólogos". Por eso, anima a las familias a seguir vehiculando el valenciano en las escuelas, "porque aprender una lengua más profundamente, sea la que sea, hace a las personas más cultas y con más capacidad de expresión", pero si esta es una lengua cooficial, tenerla presente abre mentes y reafirma "el valor de la Comunitat como cultura y como origen".

Belén de Marcos
Redactor '20minutos'

Doble grado de Ciencias Políticas y Periodismo en la URJC. Escribo por vocación y, tras curtirme en la sección de Última Hora, hoy por hoy redacto sobre actualidad local de la Comunidad Valenciana y Madrid y temas SEO enfocados al posicionamiento de contenido. Creo firmemente que el periodismo y la política no pueden entenderse sin una buena oratoria y capacidad de comunicación. Por ello, participo en torneos nacionales de debate y conversación política representando a mi universidad.

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